¿Cómo empezaría esta historia? Así ya sé: ¿Qué haríais si
una noche cualquiera de verano entrara por tu ventana un grupo organizado, te
diera la paliza de tu vida y te arrastrara a un furgón oscuro? Tu siguiente
recuerdo sería estar amordazado a una silla y un gran foco enfocándote en la
maldita cara…
- Reconoce a ese alocado joven melenudo, con una barba afgana y que parece ser lo está pasando bastante bien? (Dijo la voz ronca y agravada por el paso de los años)
- Si, cómo no iba a reconocerlo… Soy yo hace unos cuantos años, cuando todo pasaba por disfrutar y no preocuparse demasiado. (Dije escupiendo un gran esputo de sangre encima de la mesa)
- Bien, no ha perdido el sentido del humor y se reconoce a si mismo… es una buena señal, y ahora dígame si puede reconocer a este ser.
La imagen que mis magullados ojos dejaban ver era de un tipo
con el pelo corto, una cicatriz que iba desde arriba del ojo izquierdo hasta la
mitad del pómulo, ese ojo era de cristal y su barba era mucho más espesa que la
mía… pero aun así podía reconocer a esa persona.
- Ese soy yo? (Pregunté anonadado)
- Veo que aún se reconoce (dijo golpeando la mesa)
- ¿Si? Qué crack el que haya hecho esto con el photoshop
- Crack? Maldita sea, ese hombre que ve en la imagen está haciendo que el mundo que conoce desaparezca tal como lo conoce… Y esa imagen sabe quienes son? (golpeó mi cara nuevamente)
- Joder! Son mis amigos! Deja de golpearme, y suéltame empiezo a sentir ganas de mataros a todos hijos de puta!
Unos segundos más tarde, un hombre con una bata blanca
inyectó un tranquilizante en mi brazo haciendo que mi cabeza perdiera la ira
acumulada y siguió mostrándome imágenes, ahí aparecían cada uno de ellos,
heridos, muertos, golpeados… porqué me no dejaba de mostrarme esas imágenes no
entienda nada pero no podía moverme de esas silla, mi cabeza se tambaleaba de
un lado a otro, esa maldita droga hizo que me relajara demasiado aún viendo
todo lo que me hacían ver. Hasta que las manos el hombre que había estado
torturándome apretaron mi cabeza, estaba menos de centímetros de mi cara y me
lo explicó todo.
- Todo esto señor mío, es por su maldita culpa, dentro de unos 15 años el mundo que usted y todos conocemos se convertirá a una hecatombe, explotará una guerra en la que usted querido amigo será una pieza clave para que todo vaya de mal en peor, traicionará a sus amigos, a su país, se venderá al mejor postor como un mercenario de renombre, montará ataques bioterroristas que harán ver el incidente de Chernóbil como una mera piedrecita en el zapato… Pero para eso estamos nosotros, pararemos este desastre y haremos que el mundo vuelva a ser un lugar dónde vivir, y no querer morir a cada instante.
- Y qué pinto yo en todo esto? Es más fácil matarme a mí y acabar con todo eso de una vez, hágalo si así todo volverá a la normalidad… (dije mientras balbuceando)
- Usted debe tomar la decisión más importante de su vida, volver al pasado y acabar con su propio yo de hace 10 años, o dejar que el mundo se vaya a la real mierda. Ya conoce está historia, de hecho usted soñó con esto hace unos cuantos años, así que simplemente si le quitáramos la vida, cambiaríamos el mundo, pero no se sabe si para bien o para mal, podría haber dejado escrito que hacer o cómo a actuar a su segundo al mano…
- Pero si ni siquiera sabía de qué me hablaban… (dije cada vez más dormido)
- La inocencia de su yo pasado es más importante en este caso… ahora le dejaremos aquí para que piense en que debe hacer. No dude, simplemente actué.
De un portazo las luces se apagaron, mi mente pensaba en
cómo debía actuar, si sería verdad todo eso, pero el narcótico era demasiado
fuerte, mis párpados pesaban, mi cuerpo ya no reaccionaba a estímulos, así que
dejé a esa droga a hacer el efecto y dormirme en esa fría sala, en una silla
atado cual perro apaleado…