Como cada vez que cojo el autobús, iba escuchando música,
inmerso en mis pensamientos, observando a la gente del bus, la gente que
paseaba por la calle, los coches… En fin lo que viene a ser el día a día de una
ciudad que nunca duerme. Como siempre llevaba la música a tope, será todo lo
malo que quieras, y posiblemente algún día mi oído será horrible.
Pero cuando escucho música con los cascos, quiero escuchar
la música, y no el murmullo de la gente hablar, el motor del autobús, el
tráfico urbano. Solo quiero escuchar esa harmonía, esa melodía que me acompaña.
Quiero vivir cada matiz, cada canción, quiero sentir. Ya sabéis que para mí la
música es importantísima.
Sin embargo hoy le he prestado más atención de lo normal, y
he divagado en ideas tales como: Sí esta música es tan importante para mí y le
he compartido con alguien tan importante, no debería dejar de escucharla.
Es posible que de esta forma, olvidar se hiciera mucho más
sencillo. Pero no cabe en mi cabeza tener que cambiar mi lista de reproducción
por intentar olvidar a una persona, o un grupo de personas. No sé, si a
vosotros os pasa, o si tenéis facilidad… Está claro que siempre voy
descubriendo canciones nuevas que se añaden a esa lista, pero me es imposible
hacer un borrón y cuenta nueva.
Si tuviera que hacer eso cada vez que conozco a alguien
especial y luego me rompe los esquemas, acabaría por no escuchar nada!! O eso o
no compartiendo nada de lo que escuchara y haciendo momento que podrían ser muy
especiales, un momento más… No sé amijos del nerdismo, no sé qué opinaréis
vosotros, pero a mí este tema me ha dado que pensar, y he sacado un vomito de
texto para subir por aquí.
Supongo que seguiré torturándome toda la vida… pero qué
cojones haría yo sin canciones como esta:
No hay comentarios:
Publicar un comentario