8 mar 2012

Adversidades: Vidas Paralelas

Paralelismo, semejanza, correspondencia, identidad, equidistancia, equivalencia... y un sin fin de sinónimos más que escenifican mi vida y mis vivencias personales.  Y es que todo está conectado de una forma u otra.

Solo tenéis que fijaros en los pequeños detalles de la vida cotidiana, tu vida está conectada a la de otra
persona que posiblemente no conozcas en este momento, pero tarde o temprano conocerás, para bien o para mal, eso se decidirá más adelante. Según el momento, lo que se dé en ese instante de vida fugaz.

O al menos la mía es así, llamémosle casualidad, Karma, destino… elegid el sinónimo que más os guste, la palabra con que lo definamos es lo de menos. Mi vida está llena de esos pequeños momentos de conexión con terceras personas, como digo solo se debe fijar uno en los pequeños detalles y ahí es dónde marco diferencias.

Por ejemplo, uno de mis mejores amigos, mi hermano, lo más lógico que una persona a la que le has dedicado tanto tiempo incluso más que a ti mismo, una de las personas más importantes, que mejor me puede conocer, supuestamente todos tenemos alguien así, y ese alguien suele ser una persona que conoces desde niño, creces con él/ella, vives niñez, adolescencia, pasando a la edad adulta. Tantos años juntos que te es difícil mirar atrás y no verle a tu lado.

Lo mío no fue así, lo mío fue una equidistancia, posiblemente hasta que le hablé por primera vez; ni habíamos cruzado palabras. Y mis primeras palabras fueron en una clase de Educación física de casualidad por el simple hecho de que conocía a una chica que yo quería conocer… Y así comenzó una aventura que aún sigue vigente. Forjando una amistad con una persona con la que por mi forma de ser, posiblemente mi me habría fijado.

Y si… la chica la conocí, pero hoy en día ni sé ni si está viva. Sin embargo ese chico tímido, con vergüenza y bastante brutote es un hermano para mí. De hecho a otro de mis mejores amigos, otro hermano, lo conocí por esa época y me lo presentó una amiga que era su pareja… Ni yo le busqué ni él a mí, sin embargo el destino nos unió.



Este es una simple muestra de la interconexión que se forja desde que nacemos, posiblemente pensaréis que esta historia se da cada día en el mundo real. Alguien te presenta a alguien, cierto, pero vayamos un poco más allá. Cuando digo que hay un paralelismo digamos que es un poco más profundo, por decirlo de alguna manera sin yo buscarlo.

Me he enamorado muy pocas veces, como todos he tenido mis relaciones en las que estás con una persona por el simple hecho de que te apetece, pero realmente si no estuvieras con ella estarías igual de bien. Pero relaciones en las que tú busques eso, una estabilidad, te esfuerces, des el 110% de ti… pocas, después de cada amarga despedida me cierro en banda, pero eso otro tema.

Dos de mis parejas han estado conectadas desde su pasado, se conocían, aunque no tenían una relación amistosa, sabían la existencia de uno u otro. Las dos tenían la misma amiga en común, que también era mi amiga, joder vaya culebrón, y las dos se han regido por un patrón de comportamiento bipolar. A lo que voy, todo esto tiene una semejanza, algo que ya he vivido antes. Y si a eso le sumamos otra tercera en discordia, que viven/vivían en el mismo lugar, con familiares trabajando para la misma empresa.

A veces creo que mi sino se ríe de mí, y no quiere que olvide el color del dolor, ese color tan feo que adorna los muros de mi mente. Le gusta pasearse por mi vida poniéndome recuerdos en frente de mis narices, situaciones ya vividas… Paralelismo al fin y al cabo.



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