3 jun 2012

Holocausto: Traición (Parte 1)


3 de Mayo de 2012, el ambiente en el refugio era bastante raro, parecía que N y E vivían una historia de amor que no podía llegar a buen puerto, no entendía el por qué aunque más tarde lo comprendería. Con Z había desconfianza por parte de ellos, ella era la mano derecha de los mandatarios de la ciudad flotante, y ellos dos unos exiliados de dicho lugar.

Era lógico pensar que Z me había engañado y me había traído hasta ellos para matarles. Pero posiblemente no tenían un trato cercano con Z, le habían visto trabajar para los corruptos pero no sabían que era una forma de sobrevivir, era triste tener que vivir como un mercenario sin amigos ni familiares en esa isla. Z había visto caer a todos y cada uno de ellos delante de sus narices, sin embargo a ella le dieron la opción de vivir u ocupar ese puesto.  No se puede negar que todos habríamos escogido lo mismo…

La noche fue larga, y sorprendente, no imaginaba que Z se sintiera atraída por mi y menos de esa manera tan fogosa. Hacía tiempo que no pasaba un buen rato como ese, por suerte no había tenido que lidiar con ese sentimiento amoroso en pleno holocausto, aunque lo que pasó entre Z y yo, no se podría decir que fuera amor.

El ambiente seguía enrarecido, aunque E y N habían “aceptado” a Z, la anómala situación me traía de cabeza, E encerrada en uno de los cuartos durante horas, N en su mesa, con sus tubos de ensayo concentrado sin que nadie le pudiera perturbar. Y aunque ese hubiera sido mi refugio, todo estaba fuera de madres, busqué mi arcón dónde guardaba balas y algún que otro cuchillo y no lo encontraba, entré en el almacén, parecía que alguien había estado rebuscando ahí. De hecho las paredes estaban llenas de sangre reseca, como si una pelea hubiera estallado ahí dentro. Igual algún podrido había atacado mientras intentaban encontrar algo para protegerse. Ya tenía la excusa perfecta para entablar conversación con N.

Conseguí hablar con N a solas, le sonsaqué toda la información sobre la formula, la cura existía o podía llegar a existir. Pero no tenía todo lo que necesitaba, le faltaban elementos básicos de un laboratorio, le faltaban sujetos de prueba y sobre todo le faltaba una parte importante de la mezcla, lo que había conseguido no era estable, no eliminaba el virus completamente… Trabajaba noche y día para llegar a conseguirlo pero había llegado a un punto muerto.

Le prepuse que volviera conmigo, buscar la forma de entrar, teníamos a Z de nuestra parte, conseguir la parte de formula que le faltaba, completar la formula y poner fin al virus zombie de una vez por todo. La idea no le acababa de convencer, había algo que le retenía.



Ya pasado el medio día aconteció algo que jamás me habría imaginado, fue todo tan rápido y repentino que es difícil de explicar, E salía de su habitación sudorosa, con mala cara, iba en busca de N, pero no le encontraba en su habitual puesto, la desesperación se torno tal que E me zarandeó preguntándome por N, en ese instante entró por la puerta, por suerte para mí.

Z apareció también detrás de E, de un empujón me lanzó hacia el suelo y tomó a E de rehén, puso su pistola en la cabeza de E, nos amenazó con matarla si N no le daba la parte de la formula que se había llevado, en ese momento una rabia interior me corría, la cara con que me miro N fue un jarro de agua fría, solo le faltaba decir un “te lo dije…”, para acabar de hundirme en la mierda.

N instaba a que soltará a E, eso no iba a acabar bien para ninguna de las dos, y menos aún le daría la formula, en ese caso yo estaba de acuerdo con N. Estaba claro que Z me la había jugado y no iba a salir impune de esa traición. Podía ver a E cada vez más nerviosa, sudando a borbotones, N seguía pidiendo clemencia y que soltara a su compañera, yo también intenté que Z entrara en razón, pero quería la formula y nada más. Su plan era ganarse el respeto absoluto de la cámara de poder por lo que les llevaría, y poder sentarse en esa mesa con ellos. Dejar de ser la recadera del infierno…

Después de varios minutos discutiendo, pidiéndole que entrara en razón, un espectáculo horroroso tuvo lugar, de repente E cambió completamente, sus ojos en blanco, babeando, agarró con fuerza el brazo de Z y le mordió arrancándole un pedazo de carne. La sangre empezó a brotar a chorros, Z dio un paso atrás soltando así a E, gritando de dolor, incrédula de lo que estaba pasando, E se lanzó sobre Z, las dos cayeron al suelo, E empezó a morder la yugular de Z como si fuera un animal rabioso, solo podía oír los gritos de dolor de Z, la voz de N gritándole a E que parara, que luchara contra eso, los gruñidos de E cada vez eran más intensos.

Salí del shock en el momento justo para coger la pistola de Z, y vaciar el cargador sobre las cabezas de Z y E, en unos segundos todo ese ruido paró, las dos murieron en el acto, N cayó de rodillas con las manos en la cara. Todo fue demasiado rápido, pero debía terminar con ese sufrimiento antes de que fuera a más.


** hoy la BSO no podía ser otra, además si seguís el link os llevará al vídeo. Enjoy it!

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